Ser feliz con otra persona no es tan sencillo como consultar un manual de instrucciones, sobre todo, cuando los años pasan. No debemos olvidar que una relación es como un jardín que debemos cuidar continuamente y que se nutre del esfuerzo y la dedicación. No obstante, según algunas investigaciones, la amabilidad en la pareja es un elemento importante que refuerza el vínculo creado.
¿Quién no se esfuerza por mostrar sus mejores cualidades al inicio de una relación? Al principio, la mayoría de personas se preocupan por el bienestar de su pareja, por tener detalles con ella y por cuidar el vínculo que les une a ellas. Sin embargo, poco a poco, la atención se va difuminando y las rutinas y costumbres comienzan a entrar en escena.
Así, se deja de sorprender e impresionar al otro, de tener esos detalles que generaban asombro y, en ocasiones, las actitudes de cariño pierden importancia o desaparecen. El problema es que esta situación puede constituir el comienzo de un deterioro de la relación. Profundicemos.
Por lo general, la amabilidad es uno de los rasgos que más valoramos en otras personas. Según encuestas, esta característica es atractiva tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, una vez que estamos inmersos en una relación de pareja es común que dejemos de comportarnos con esa sensibilidad hacia la otra persona.
La amabilidad en la pareja es fundamental para sentirnos satisfechos. Según los expertos, uno de los mejores predictores de la salud de una relación es lo apoyados que nos sintamos por el otro. Y es que, ¿qué hay mejor que salir con alguien que nos entiende, nos escucha y nos ayuda a disfrutar más de nuestra vida?
Salvo que nos encontremos en una relación tóxica, lo normal es que nos agrade ser un apoyo importante para la otra persona. Sin embargo, la monotonía puede hacer que perdamos, en cierta medida, la perspectiva que en un principio teníamos. Como dice el refrán, “la confianza da asco”, pero si queremos mantener una buena relación de pareja, no podemos permitir que este dicho popular se haga realidad.
Por todo esto, es necesario hacer un esfuerzo consciente y continuo para mantener la calidad de nuestras interacciones con la otra persona.
Cultivar la amabilidad en la pareja es fundamental para mantener un vínculo sano a largo plazo. A continuación, explicamos algunas claves para ello.
En ocasiones, deseamos secretamente que la otra persona cambie para que se adapte a nuestros deseos o estándares. Es decir, de algún modo queremos que sea diferentes a como es. El problema es que esta actitud nos puede llevar a sentir una gran frustración, ya que el otro no va a actuar siempre como esperamos, de hecho si lo hiciera dejaría de ser él mismo.
Aprender a querer al otro como es, aceptar su forma de ser, es fundamental, si deseamos mantener una relación de pareja. Eso sí, esto no quiere decir que tengamos que aceptar comportamientos irrespetuosos o que nos generen sufrimiento. Existen límites infranqueables.
Ahora bien, es importante que tengamos en cuenta que la otra persona actúa de la mejor manera que sabe según su experiencia -exceptuando las relaciones tóxicas y de maltrato-. Por regla general, la mayoría de nosotros no actúa con mala intención. Por ello, lo mejor es tratar de comprenderlo y hablar sobre aquello con lo que nos sintamos incómodos.
Tener esto en mente ayuda a alimentar una actitud de amabilidad hacia el otro, incluso en los momentos más complicados.
Uno de los problemas más frecuentes en las relaciones de pareja, sobre todo si llevan ya cierto tiempo juntas, es la escasez de actos de amor que demuestran el uno por el otro. Así, es fácil que, llegado cierto punto, un miembro de la relación pueda sentir que el otro no le hace caso o que no se preocupa. Por tanto, es importante asegurarse de que la otra persona sabe que estamos ahí para ella.
Según la teoría de los cinco lenguajes del amor, cada individuo se siente valorado de manera distinta a como se sienten valorados los demás. Para algunos, el contacto físico es lo más importante; para otros, lo que les hace sentirse especiales son las palabras de apoyo o sentirse escuchados…
Por esta razón, aumentar la amabilidad en la relación de pareja implica esforzarse por descubrir qué hace que la otra persona se sienta querida, para tratar de ofrecérselo en la medida de lo posible y con la frecuencia adecuada.
Por supuesto, estas dos claves no son las únicas pistas válidas para mejorar este aspecto de la relación. Sin embargo, aplicarlas influye de forma positiva. No obstante, no podemos olvidar que lo más importante es que exista compromiso, respeto y amor en la relación por parte de sus miembros y ser conscientes de que el esfuerzo y el cuidado mutuo son necesarios.