Cuando sientas que ya no puedes más, cierra los ojos y pídele al Universo que con el viento se lleve todo todo lo que te duele. Dile que estas cansado de cargar equipajes pesados que no te dejan avanzar.
Pídele que con el agua limpie las tristezas, se lleve todo dolor, que purifique tu esencia, que con el fuego queme y transmute todos los miedos contenidos en ti, para que vueles alto.
Dile que con la tierra te regrese a tu hogar, a tu verdadero ser, a lo que realmente eres y no lo que te hicieron creer que eras, rompiendo las etiquetas y programaciones negativas que no te dejan crecer y despertar en conciencia, sabiduría, paciencia, sanación, liberación, empoderamiento, perdón, amor incondicional, respetando siempre y aprendiendo de la diferencia, sin juicios ni queriendo convencer de tu verdad, entendimiento.
Inhala lo bueno y exhala todo aquello que no te deja avanzar en tu día a día, se libre, se libre, se libre, deja ya de alimentar tus miedos, tus resentimientos, tu ego, tu orgullo, que al final solo a ti es a quien hacen daño ,el desequilibrio llamado enfermedad, todo dolor emocional, físico, mental, espiritual.
Esto es opcional, tú decides cuando dejas de alimentarlos, basta ya y pide perdón por a veces querer más el conflicto que el amor, entrega todo lo que ya no te sirve, aprende la lección para que no se te repita y crece como un árbol fuerte frondoso, lleno de sabiduría y amor incondicional obtenida de los 4 elementos, recuperando las memorias antiguas.
Vive el hoy. Tu primer misión en esta vida, es ser feliz.