¿Quién no quiere tener éxito en la vida y vivir plenamente? Durante nuestra vida, buscamos en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, eso que nos proporcione la satisfacción de sentirnos realizados, de sentirnos bien con nosotros mismos y conformes.
Esto, a veces, es algo difícil de conseguir. El crecimiento personal, llegar a comernos el mundo, es en ocasiones un sueño inalcanzable. Pero, esta metáfora nos enseña valores y enseñanzas que podemos aplicar en nuestra vida diaria. ¿No conocías la metáfora de los dos árboles? Pues hoy te brindamos la oportunidad de que no sea así.
Érase una vez un niño de diez años, muy listo para su edad. Un día, aquel niño fue a visitar a su abuelo, acudió a su casa con una idea fija en mente: quería triunfar en la vida y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo. Su abuelo había sido una persona exitosa, por lo que si había algún secreto, sin duda se lo contaría. Sin más, le preguntó:
– Cuando crezca, quiero tener mucho éxito, como tú. ¿Puedes darme algún consejo para alcanzarlo?
El abuelo no le respondió, cogió al niño de la mano y lo llevó al vivero donde solía comprar las plantas. Entonces le pidió que eligiera dos árboles. Al llegar a casa, los plantaron. Colocaron uno en el jardín y otro en una maceta, dentro de la casa.
-¿Cuál de los dos árboles crecerá mejor? -preguntó entonces el abuelo.
El niño se tomó unos minutos para pensar y respondió:
-El árbol de la maceta, porque está dentro de casa, protegido y seguro. El está afuera tendrá que enfrentarse a la lluvia, el sol y el viento, tendrá más dificultades y quizás hasta muera.
El abuelo se encogió de hombros y no dijo nada más. Los años pasaron, mientras el abuelo cuidaba ambas plantas. Un buen día, el niño, que ya era un joven, recordó la pregunta que le había hecho a su abuelo años atrás.
-Nunca contestaste a mi pregunta. ¿Cómo puedo tener éxito?
El anciano llevó a su nieto a ver ambos árboles. Luego le preguntó:
-¿Cuál ha crecido más?
El joven se quedó perplejo, aquello no tenía sentido.
-¿Cómo es posible? El árbol de la maceta tenía todas las condiciones dentro de casa. ¡Debía haber crecido más!
El abuelo sonrió.
-La opción más segura te permite sobrevivir, pero no alcanzar el éxito o vivir con plenitud. En cambio, los peligros se convierten en desafíos que te impulsan a crecer. Solo teniendo el valor para arriesgar, podrás descubrir tu verdadero potencial.
Esta historia tan especial nos muestra valores, prácticas y enseñanzas muy profundas que nos pueden ser de gran ayuda en nuestra vida diaria. Si se te ha quedado algo en el tintero, ahora descifraremos algunas cosas importantes que se pueden extraer de esta historia.
1. Sal de tu zona de confort
En esta zona te sientes seguro, pero te limita considerablemente. ¿Cómo alcanzar la vida plena si te mantienes resguardado siempre? Arriesgarse, aunque cueste, muchas veces implica superarse y crecer. No limites tu crecimiento personal, ¡sal de tu zona de confort!
2. Construye tus propios sueños
Tú tienes tus propios sueños. No son los de los demás, sino tuyos propios. Empieza a construirlos, ¡no pienses que es descabellado! Si tú no los llevas a cabo, ¿quién lo hará?
3. Los obstáculos son desafíos
Cae y levántate, tropieza y empieza de nuevo; no permitas que los obstáculos que te encuentras en tu camino te bloqueen y paralicen para seguir tus sueños. Ellos son desafíos. Cualquier error es un nuevo aprendizaje. Todo obstáculo te permitirá saber lo que eres capaz de hacer, hasta donde puedes llegar. ¿Existen los límites o ellos están en tu cabeza?
4. Aprovecha las oportunidades
¡Abre los ojos! Las oportunidades se suceden a cada momento, el problema es que no las puedes ver. Arriésgate y céntrate en tus sueños. Verás cómo las oportunidades pasan por delante de ti. ¿Vas a dejarlas escapar?
5. Aumenta tu autoconfianza
La autoconfianza aumenta la motivación, algo realmente necesario si quieres lograr todo lo que te propongas. Nunca pierdas la confianza en ti mismo, pues la seguridad será lo que te impulse a alcanzar todos tus sueños. Tú puedes, ¡en tus manos está la capacidad de conseguirlo!
Lee la gran metáfora de los dos árboles tantas veces como sea necesario y encuentra la inspiración que te ayudará a llevar tus metas a cabo. Además de lo que hemos sacado de esta metáfora, ¿has visto tú algo más? ¿Qué te ha mostrado a ti?
Libérate de los límites que te impones. Puedes lograr lo que desees, solo hace falta confianza, seguridad, un poco de optimismo y motivación.