¿Recuerdas aquella vez en donde me decías que ya llegaría eso que tanto deseaba? Pues sí, todo llega. Llega el tiempo de conectarse con uno mismo y llega el amor, también llega el viaje soñado y quizá porque en todas las paredes habían fotos de ese lugar al cual tú querías ir.
Llega la persona que estabas esperando conocer, y llega el momento en que alguien parta de tu vida. Pero también llega el día en donde la herida no duele más. Sin importar cuál sea.
Llega el fin de semana y las vacaciones, también llega la casa frente al mar que tanto soñaste. Llega lo que esperabas y a veces llega más. Llegan sorpresas, y llega el día que te despiertas y no lo extrañas más.
Llega el amigo que estabas esperando desde el otro lado del mundo, y a veces llega una revolución que se lleva todo lo que tenías para amarte de nuevo, en otros abrazos, otra casa y otra familia.
Llega el beso que soñaste tanto tiempo, y llega el sol después de la tormenta. Todo llega. Llega el amor, llega el día de tu cumpleaños, llega la tesis y posteriormente llega el título que tanto ansiabas.
No te desveles pensando que la oscuridad no terminará, no te agobies por los problemas que en ese momento no le ves solución, no tengas miedo a que no ocurra nada.
Relájate. Tómate un café en la noche mirando al cielo y confía. No importa cómo ni cuándo, tú lo sabes. Sabes que “eso” va a llegar. Y hoy, permítete disfrutar de lo que es. Ni más, ni menos. El universo no está buscando un ejército de ansiosos.
Así que deja la tontería de lado y disfruta de la vida, que todo llega cuando tiene que llegar.
-Aleja Bama-