Te incito a que recuerdes este último año, o bien estos dos o tres años anteriores de tu vida. Estoy segura que ha habido momentos en los que has rozado el caos emocional o la confusión, y puede que todavía te sientas así, asfixiado, puede que deprimido e incluso batallando dentro de una lucha interna. Sé que has tenido que tomar decisiones, y muchas veces no sabiendo bien por cual optar, y que también te has replanteado y preguntado un sinfín de aspectos respecto a cómo seguir funcionando en la vida, si seguir con tu pareja, si empezar a decir como te sientes, si cambiar de lugar de residencia, si seguir con los estudios, si estás haciéndolo bien con tu familia etc… Replanteamientos, cambios y más cambios.
Sin duda ante todos estos momentos de cambios internos hay que encontrar el instante para dejar que sea tu corazón el que sienta cómo están cambiando los pilares fundamentales sobre los que la gente y tú mismo has basado la vida. Puede que ocurra lo siguiente, que veas que «los cimientos han desaparecido», lo que antes era indispensable ahora ya no lo es tanto, lo que antes le dabas una tremenda importancia te das cuenta que no era para tanto, y que los motores del cambio en tu vida han de ser la armonía, la serenidad y la alegría, pero has de reconocer que todavía hay personas que se aferran a condicionamientos y patrones que les inmovilizan, y peor aún, quieren hacer ojos ciegos a esta evidencia de cambios .
Todo ha cambiado, ¡fíjate!, nada es lo mismo, ni tú mismo eres el mismo de antes.
Por lo tanto si cada uno ahora es responsable de su propia evolución, y somos espejos y fuentes de inspiración para los demás, actuemos con consciencia, edificando unos pilares basados en el amor incondicional, viviendo de pleno en la luz, expresando, afirmando sencillamente, diciendo «esto es lo que yo creo, esto es lo que yo vivo».
Os recuerdo que «la luz transporta información y la información cambia los viejos paradigmas» para que los viejos sistemas dejen de existir, y nosotros cambiaremos la frecuencia mediante el compromiso, el poder de voluntad y la coherencia. Así que, si los pilares que te han sustentado ya no te sirven, alza la mirada y vive desde la condición soberana de libertad, co-creando el mundo y la vida que tú elijas, y puedes hacerlo, no lo dudes. Ahora te puedes convertir en guardián de tu propia frecuencia, no de la frecuencia en la que te has visto abocado a vivir.