Todo lo que piensas, sientes, pronuncias o gritas adquiere un valor, un tono o un dato que se mezcla en el mar de energía que eres, viaja a través de tus órganos (…) se expande a través de tu Ser o de tu conciencia para penetrar los demás seres o conciencias que están dentro de ti, en tus pensamientos, en tu imaginación, en tu mundo sensorial:
“TE AMO»
es el sonido más sanador del Universo. Esta frase se pronuncia constantemente con total desapego y si se puede con aprecio, con un bello sentimiento, mucho mejor.
Esta frase cubre tu cuerpo y viaja a través de tus pulmones desatascando tu respiración. Recorre tus riñones transmutando los miedos y quizás sientas que millones de células sonrientes le dan vitaminas a las células tristes de tu sistema inmune, o que algunas otras que nacieron con el arte de la jardinería siembran césped suave, fresco y verde alrededor de las zonas más áridas de tu cuerpo, entonces quizás sientas que por primera vez estás viviendo y que por lo mismo es la primera vez que te estás alimentando.
«PERDÓNAME»
y su sonido hacen eco en órganos tan importantes como tu páncreas o tu colon y que si poseyeras la facultad de leer tu propio cuerpo entonces podrías ver escaleras apoyadas en tu hígado y pequeñas células subiendo los peldaños para poder trasladar baldes repletos de nutrientes. Y entonces te sería más sencillo perdonarte por no ser lo suficientemente algo, o por no ser la persona que todos esperan, por haber fallado o por no haber hecho lo que pensaste siempre que era correcto. Quizás podrías perdonarte para que la vida fuera más fácil para tus hijos o para aquellas personas que amas.
Con solo decir……
«GRACIAS»
ya estás entrando en contacto con tu corazón y estás permitiendo que tanto venas como arterias trabajen sin tantos obstáculos en su camino y en ese acto desprendido es posible que sientas que tu sangre se convierte en luz, que tu hipertensión o tus malestares cardíacos son tus aliados y no tus enemigos. Que aquello que más te entristece es un regalo que la vida te dio para mejorar y que sólo sientes gratitud por estar aquí ahora, con vida.La gratitud recarga tu cuerpo de energía, te ahorra horas y horas de sueño, de letargo, de pereza, de auto crítica; también te conecta con la Fuente y sobre todo te saca de cualquier situación en la que sientas que no hay salida.
Un simple y sencillo…….
«LO SIENTO»
puede devolverte aquella perdida sensación de unidad que viaja por tu piel, que es el órgano más grande que posees y que de esta manera te hace más sensible ante las vivencias de las demás personas, te hace más desapegada de los resultados y te convierte en Unidad»