Si ahora, y por los 21 días siguientes realizas afirmaciones positivas acerca de ti mismo, estarás generando una vibración positiva que el universo entero estará aceptando.
¿Por qué 21 días? Es el tiempo que al iniciar la repetición de un comportamiento definido y que es necesario para cumplir con lo que queremos hacer, tener, ser, o hacer. Esto es válido tanto para lo personal como laboral, cuando te dices las cosas tantas veces a ti mismo, se acaban convirtiendo en realidad.
Eso sí, es importante escoger con mucho cuidado las afirmaciones que quieres trabajar, si deseas un cambio significativo en tu vida y equilibrado. Si escoges bien, podrás tener resultados maravillosos. Pero ten cuidado con los pensamientos negativos, pues parecen implantarse con demasiada facilidad en nuestras mentes. Así que deshecha cualquier pensamiento que no te beneficie, ni te haga sentir feliz. Y al final de tus afirmaciones debes repetir… «Gracias Dios por haberme escuchado».
Puedes hacer tus propias afirmaciones, aquí te dejo algunas para que comiences a ser feliz…
Yo gobierno sobre mi propia vida, soy yo quien decide a donde voy este este día, ordenando perfecta paz y armonía en todas mis actividades.
YO no hablo, ni permito que se me hable nada contrario a la perfecta salud, la felicidad y la prosperidad.
YO le hago sentir a todo ser viviente que lo considero valioso.
YO le busco el lado bueno a todo lo que me ocurre, y a todo lo que veo ocurrir a otros.
YO pienso en todo lo mejor. Espero todo lo mejor. Trabajo únicamente por lo mejor.
YO siento igual entusiasmo por lo bueno que le ocurre a otro que por lo que me ocurre a mí.
YO olvido mis errores del pasado y sigo adelante a mayores triunfos.
YO llevo una expresión agradable en todo momento, y sonrío a todo ser que contacto.
YO no tengo tiempo para criticar a los demás. Ya que paso tanto tiempo mejorándome.
YO me hago tan fuerte que nada puede perturbar la paz de mi mente.
YO SOY demasiado grande para preocuparme. Demasiado noble para enfurecerme. Demasiado fuerte para temer. Demasiado feliz para permitir la presencia de algo negativo.