Quizá tengas dudas, pero no. No debes tenerlas. ¿Sabes que tienes un poder más grande de lo que imaginas? Y te preguntarás de qué hablo. Pues bien, hoy quiero recordarte algo importante que puede que hayas olvidado porque tanto trajín, tantos problemas con los que lidiar, tanta desilusión tal vez haya hecho que perdieras de vista esto.
Nuestro poder «lo es todo», es tan único como tú. De él depende que nosotros podamos salir victoriosos, que podamos aprender de nuestros errores, que sintamos la fuerza para superarlo todo, pero a veces olvidamos del poder del que estamos hechos, dejamos de lado esa fuerza, la cedemos, la hacemos mil pedazos y también la menospreciamos. El poder del que te hablo es puro, es mágico, tanto que es capaz de iluminar como un faro con su luz la noche más profunda. Yo misma he ahogado ese poder en alguna que otra ocasión, me he roto por dentro y me he desesperado. Por eso puedo hablarte de este tema, porque tengo conocimiento de causa.
Mira dentro de ti, no busques teorías, no busques respuestas, solo mira dentro de ti, y respira, respírate. Sé que en ese silencio, en ese respirar hacia adentro puede haber desorden, caos, llanto. Pero no le temas a esa sensación, te aseguro que si sigues adelante al final conseguirás quitar muchas capas de piel muerta y podrás rescatarte a ti misma de las tristezas, de las ansiedades, porque eres la luz que brilla en la inmensidad de tu mundo. Tú tienes un inmenso poder, que es «la toma de conciencia» que te empuja a sentir, a tratar con el miedo enraizado y a sanar, cree en ti, y aunque desfallezcas por momentos y creas que no vas a poder más, no desistas porque tras la maleza está la luz.
Quizá sea una de las cosas más difíciles de lograr, pero debes llegar al cofre de tu corazón. Ves, ya te he desvelado dónde se encuentra el poder, ahora, cuando llegues allí te encontrarás con esa oleada de luz, tómala sin esfuerzo, con alegría, con agradecimiento. Siente la abundancia y el amor y, cómo se expresa a través de tu ser. Ahora ya sabes de lo que te hablo, ahora haz las cosas desde el corazón, mira desde el corazón, proyecta tu vida desde el influjo de tu corazón, vive de acuerdo a él y tu energía se avivará por momentos. Confía en ti mismo y en tu poder, recuerda de qué estamos hechos, tu corazón te lo contó en ese encuentro que tuvisteis.