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Muchas mujeres sobre todo entre esta franja de edad de los 30 a los 52 años, me comentan que ya no pueden más, que están saturadas y no saben cómo han llegado hasta ahí, pero no pueden ni siquiera con situaciones que habitualmente no les hubiesen afectado, y pensando que las vacaciones son el tiempo ideal para recuperarse, resulta que no, que al contrario, todavía la cosa se agrava más.

Y es que descansar no significa irse a la playa, o hacer un viaje, que está muy bien. Descansar es nutriese de una misma, volver a tu centro y recuperar las fuerzas.

¿Y por qué no se recuperan las fuerzas tras un descanso ya sea vacacional o de otro tipo?

Es sencillo, eso sucede porque el arquetipo de «la heroína» no descansa, y me explico.

Si has estado cuidando de un familiar enfermo, si has estado trabajando intensamente, si has estado sacándole tiempo al tiempo para tu casa, los hijos, los amigos… Si has estado recuperándote de alguna dolencia, seguramente estarás exhausta.

La heroína no es la que puede con todo, no es la «súper woman». La heroína se desprende de etiquetas, de estructuras rígidas. La heroína le importa nada, lo que otras personas esperan de ella. La heroína se libera de los cimientos en los que se basó la vida de su madre y de su abuela… y se busca así misma libre de las heridas de culpa y vergüenza. La heroína se perdona de los roles de, cuidadora, complaciente, santa, víctimas, esclava…La heroína solo pretende encontrarse a si misma y rescatarse de todo lo que le impide brillar.

Así que, para que nuestra recuperación sea evidente necesitamos rendirnos a todas las exigencias o auto exigencias porque muchas veces nos auto-saboteamos , necesitamos entregarnos a nuestros dones, encontrar nuestro lado intuitivo y creativo dormido, y poco a poco ir sanado a esa niña interior acorralada tras esa mujer que ha podido con todo, que está muy bien potenciarla de manera correcta, pero que indudablemente al no gestionar bien las emociones nos ha alejado de lo sagrado femenino que hay en cada una de nosotras como consecuencia de la exigencia y el control , en definitiva, como consecuencia del modelo de sociedad patriarcal en el que nos vemos imbuidos en muchas ocasiones.

La heroína es la que camina hacia adentro, siguiendo a su corazón, siguiendo a su instinto creativo, explorando sus emociones, honrando sus ciclos, su sangre menstrual, y haciendo un alto en el camino de su vida para escuchar, su risa, a su cuerpo, el sonido del mar, o esa canción de rock que la llevó a ensoñar el mundo que deseaba.

Recuerda que toda mujer tiene un centro en su interior, un espacio sagrado de paz y armonía. Un hogar donde se nos permite descansar y recuperar fuerzas, donde podemos sentir de nuevo nuestra esencia. Donde se nos recuerda que somos puro Amor.

Pero durante todo este proceso de «libertad» no dejes de:

AMARTE Y VALORARTE.(Valora lo que dejaste atrás porque aprendiste de ello.Valora la risa, el soltar)

VALORA TUS HABILIDADES,TUS DONES, PORQUE LOS TIENES.

DA VALOR A TU CAMINO RECORRIDO Y A TU APRENDIZAJE, A TUS CAÍDAS Y TU FORTALEZA PARA RESURGIR.

VALORA QUE ERES ÚNICA Y SAGRADA.

VALORA TU VALENTÍA AL RECONOCER TU SOMBRA.

VALORA QUE TÚ ERES AMOROSA.

VALORA NO TEMER A LA VERDAD.